El arte de tratar con los pacientes es un compromiso que implica tiempo, atención y esfuerzo, ya que la relación que consigas sostener con él, definirá el resto del procedimiento; y muchas veces, de ti depende manejar estas situaciones, porque, en realidad, este tipo de contratiempos nunca faltarán en el día a día, ¡Y esa es una certeza a tener muy en cuenta!

El primer paso para cualquier estrategia de manejo de estos pacientes debe partir de reconocer el deber y responsabilidad del profesional (el dermatólogo) en estas situaciones. Aunque no lo sientas así, en la mayoría de los casos el profesional tiene mayor poder e influencia y el paciente es más vulnerable. Como lo hemos mencionado anteriormente, la iniciativa de solución debe ser del experto y no solamente por cuestiones éticas, sino para garantizar el bienestar propio, el del paciente e incluso tu reputación profesional.

Ahora bien, la relación entre el dermatólogo y sus pacientes es algo más que una mera actuación técnica, en realidad, es una verdadera interacción humana. Y aunque la relación profesional-paciente lleva implícito reparto de roles en ocasiones no se puede evitar que las emociones y sentimientos afloren, esto es lo que provoca que algunos pacientes caigan bien y otros despierten sensaciones negativas. En MeSurgical sabemos lo importante que es conservar la notoriedad de tu consultorio dermatológico para tu ejercicio profesional, por esa razón, te compartiremos algunas recomendaciones en relación al trato con tus pacientes.

✔️Reconoce los signos de ira antes de que alcancen su clímax y el conflicto estalle.

✔️Mantén la calma, permítele al paciente desencadenar toda su ira y no lo toques o irrumpas su espacio.

✔️Sé sensible y muestra empatía, sé gentil.

✔️Expresa preocupación por los sentimientos del paciente. Deja que un tiempo para que el paciente se “enfríe” o se “calme” si es necesario.

✔️Permanece a una distancia segura, no invadas el espacio del paciente durante la escalada de ira.

✔️Y, por último, procura resolver el motivo de la queja de inmediato y cumple con tus promesas. Haz preguntas abiertas y no hagas respuestas defensivas, y, del mismo modo, haz uso del lenguaje apropiado, ¡Elige tus palabras sabiamente!