Se ha hablado mucho acerca de las cualidades profesionales que un cirujano plástico debe tener para abordar a sus pacientes, sin embargo, es imprescindible que las cualidades personales también estén alineadas, ya que el primer contacto que se tenga con los pacientes se realiza a partir de la relación interpersonal que se establezca, de modo que un buen cirujano plástico debe ser empático, ser capaz de entender a su paciente y a las circunstancias que rodean el caso.

Además, ser un buen comunicador para ofrecer toda la información disponible y que así, las personas puedan decidir con mayor criterio las cuestiones de la cirugía en cuestión. En MeSurgical somos conscientes de la relevancia que indica este aspecto, por lo cual, queremos compartir con nuestros brillantes profesionales, las cualidades más destacables que los pacientes verán en ti a la hora de contactar o entrevistarse contigo.

Empatía: El cirujano deberá ser empático, o lo que es lo mismo, saber ponerse en la piel del paciente y comprender sus sentimientos: miedo, incomprensión, desconcierto. Cada paciente reacciona de una manera diferente ante un diagnóstico. Tu labor es ayudarle a sobrellevar estas situaciones a través de una explicación exhaustiva de todo lo que necesitas saber sobre la intervención, el tratamiento y/o el postoperatorio.

Asertivo: Un buen cirujano será asertivo en cuanto a saber en qué momento y de qué manera debe transmitir la información que necesita su paciente.

Entender su circunstancia: Ni la cirugía empieza en el quirófano, ni acaba al salir de él. Es un proceso complejo que tú, como profesional sanitario, debes comprender. Además, es primordial que se tenga en cuenta la situación personal del paciente para poder prevenir posibles trabas en el proceso de recuperación o tratamiento.

Disponibilidad: Siempre puede haber imprevistos, urgencias o dudas. Tu paciente debe poder localizarte o a algún miembro de tu equipo en cualquier momento del proceso.

Buen compañero: Debe haber una buena sintonía entre el equipo médico. Un grupo de profesionales sanitarios cohesionados siempre será determinante y asegurará el éxito de la intervención.

Resolutivo: En ocasiones, las intervenciones sencillas se pueden complicar. En esos momentos, tú, como cirujano, deberás tener la sangre fría para actuar con profesionalidad y siempre pensando en lo mejor para el paciente.

Atención: Para Quirúrgica, todos los pacientes son importantes. Un buen cirujano siempre va a dedicar el tiempo necesario para cada persona, sea cual sea el tipo de intervención.

Reflexivo: Nunca hay que precipitarse al dar un diagnóstico. Como cirujano, debes ser capaz de relacionar todos los síntomas, vincularlos con la parte anatómica adecuada y dar un diagnóstico correcto.