
ESTRÉS Y SU EFECTO EN LA PIEL
El exceso de trabajo, estudio y problemas de diversa índole repercuten inevitablemente en nuestra salud mental y física. Estos factores son los principales causantes del estrés, este sentimiento de tensión física o emocional que proviene de cualquier situación o pensamiento que nos haga sentir frustrados, furiosos o nerviosos. El estrés es la reacción del cuerpo frente a un desafío o demanda.
Cabe resaltar que, esta sensación no solo afecta nuestro estado emocional, pues, de no ser tratado, el estrés también puede afectar otros órganos de nuestra piel, como por ejemplo, la piel.
La piel es el órgano más extenso de nuestro organismo y nos muestra sus anomalías a simple vista. Por ello, los problemas de piel por estrés suelen ser algo bastante común. A diferencia de otros órganos y sistemas, el tejido epitelial es fácil de analizar. Podemos examinarlo sin el uso de ningún aparato y detectar los cambios que se producen en él de manera sencilla.
Por su parte, existe una conexión embriológica entre la piel y el sistema nervioso que sigue presente en la vida adulta. La elevación de las llamadas hormonas del estrés provocan una serie de cambios de orden fisiológico, fruto de los cuales la piel no sale bien librada.
Cuando el estrés es crónico, puede producir ciertos efectos en todo el cuerpo afectando principalmente la piel mediante la pérdida de elasticidad, las arrugas, la piel apagada, las manchas y la flacidez.
Los problemas de piel producidos por el estrés crónico tienen que ver con la circulación de la sangre. En estas situaciones, el organismo necesita una respuesta rápida para poner en marcha estrategias de lucha, huida y parálisis. Para ello, a las órdenes del cortisol, reconduce el flujo sanguíneo hacia los músculos, el corazón, los pulmones y el cerebro, y la gran damnificada de ese recorte en el flujo de sangre, entre otros, es la piel.
Igualmente, el estrés afecta negativamente al sistema inmune y hace nuestra piel más vulnerable a las infecciones y a las agresiones externas.
Enfermedades cutáneas causadas por el estrés
- Acné
- Dermatitis atópica
- Dermatitis seborreica
- Excoriaciones
- Alopecia areata
- Psoriasis